WOW!

WOW no me puedo creer que sea mi mujer! Recuerdo esta frase que provenía de un chico americano, casado hacía poco, que se llenaba de admiración al contemplar a su mujer y no daba crédito de su suerte.
Últimamente en las sesiones que vengo impartiendo insisto mucho en la admiración y de eso quiero escribir hoy también.
Realmente cuando preguntas a una persona si admira a su pareja, y se queda pensativo, y ves que se entremezclan distintos pensamientos en su cabeza, probablemente algo no está bien enfocado. Quiero decir que el descubrimiento en la otra persona de atributos que hacen que no quieras buscar más, no debería tener fecha de caducidad. Esto es algo perfectamente compatible con la convivencia con los defectos, ¿quién no los tiene? Por eso me parece muy recomendable que para evitar esa mirada dura, exigente, que pone el listón muy muy alto, no hay nada mejor que mirarte tú por dentro.
Creo que si somos cada uno de nosotros conscientes de nuestros defectos, pero de verdad, no seríamos tan intransigentes con la persona que tenemos delante. Que por supuesto que tiene defectos, como tú, pero también tiene muchas cosas que te atrajeron, que te hicieron enamorarte, y que seguramente siguen ahí.
Limpia por dentro tu sistema de filtrado, elimina el terrible ruido que tienes dentro cuando te repites una y otra vez cosas negativas sobre tu pareja, da el salto y dale la oportunidad. Acuérdate de que si esperas cosas grandes de tu pareja y transmites con tu actitud esas expectativas altas y en positivo, seguro que estarás enviando un mensaje muy estimulante que animará a ser mejor cada día.
Vamos a probar todos esa vía. Yo creo que nos vendría muy bien.