Mirándoos a los ojos

En estas últimas semanas me he seguido encontrando algo habitual a lo largo de estos 16 años, que es el modo tan distinto que tenemos muchas veces los hombres y las mujeres a la hora de abordar la comunicación entre los dos.
Fíjate lo que me contaba Miriam hace unos días:
“Cada vez que me dispongo a contarle algo, cosas que llevo dentro y que de verdad me importan, el me escucha, con un poco de suerte claro y una vez que le he dicho que es importante para mí lo que estamos tratando, pero en cuanto se lo he contado, o él cree que ya he terminado, lo que hace es contestarme tratando de dar alguna solución a lo que yo le he contado. O dándome su opinión, que yo no he pedido por otro lado, Y reconozco que me sienta tan mal que ya se me cambia la cara y desde luego se me van las ganas de seguir hablando.”
Y el bueno de Jorge, encogiendo los hombros, contestaba:
“ Pues tú me dirás Nacho, que espera Miriam de mí, que quiere que yo haga en esas situaciones, es imposible hablar con ella porque ¡se enfada, se levanta y se va!”
Tuve que explicarle a Jorge detenidamente qué es lo que le pasaba era totalmente normal, su cabeza, en concreto el hemisferio izquierdo de su cerebro, le llevaba a tratar de analizar lo que le estaba contando miriam y pasaba con toda la lógica del mundo a hacer alguna propuesta que pudiera ayudar a mejorar la situación.
Pero resulta que Miriam no esperaba eso.
“ Jorge lo que espera tu mujer de ti, es que le escuches con todo el interés y con todo el cariño del mundo de manera que se sienta acogida y recogida por ti, aAún más, que se sienta abrazada por tus palabras de comprensión y de apoyo. A veces era necesario que le abraces físicamente con tus brazos para darle confort en un momento difícil.
Como ves, no hay ni análisis lógicos ni propuestas para avanzar, ni nada que se le parezca, porque lo que espera Miriam de ti es escucha, comprensión, empatía, y cariño.
Así que en esas circunstancias tendrás que desactivar un poco el hemisferio izquierdo de tu cerebro y dejar de lado el pensamiento lineal y la analítica lógica de los datos para potenciar en ti esa escucha empática que te lleva a abrazar.”
¡Verás como todo es ponerse Jorge!