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EN CASA: DE GUANTE BLANCO

18 Ene, 2015

Pedir permiso, dar las gracias, por favor, te importaría…estas expresiones deben ser de uso habitual en casa porque lejos de ser meras fórmulas de cortesía, expresan el profundo respeto por la persona con la que compartimos nuestra vida y con quien debemos ser especialmente delicados. 
Precisamente, con frecuencia caemos en el error de pensar que no es necesario ser tan cortés en casa, que ahí es donde nos podemos relajar frente a otros entornos como el laboral o el de las relaciones sociales en los que debemos cuidar mucho más las formas. 
Y sin embargo es precisamente en casa, donde vamos a pasar presumiblemente las próximas décadas de nuestra vida, donde debemos preservar al máximo un buen ambiente de cordialidad, educación y cortesía. Sin que nada de esto resulte artificioso. 

“Es que voy a parecer un invitado en mi propia casa con tanta palabrería”
 En primer lugar no debe ser palabrería sino expresión de respeto y atención;
Y en segundo lugar, más vale pasarse que quedarse corto. Porque la tentación siempre será la de “ir al grano” saltándose los cumplidos y buenas palabras; especialmente en situaciones de tensión.

El terreno doméstico es el más resbaladizo y donde pueden aparecer con más facilidad minas anti personas que exploten en cuanto las pisemos. Por eso es bueno andar con cierto cuidado…

Normalmente en nuestras relaciones sociales sabemos comportarnos de forma más que adecuada. Y lo mismo se puede decir del terreno laboral. A ver quien no se tiene que contener y reconducir de vez en cuando…

Y así, más posibilidades de alta tensión habrá cuanto mayor es el nivel de confianza y cuanto más personal se vuelve la conversación. 
De ahí que en casa alcancemos el cenit.  
Así que no tengamos miedo a resultar cursis o ceremoniosos, porque de esto nunca pecaremos por exceso, salvo caricaturas que 
no serían genuinas. Y sin embargo es muy fácil dar por hecho cosas que no debemos obviar en la convivencia

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