Ya conocemos aquella frase de que los niños no vienen con un manual de instrucciones. Eso se aplica no sólo a cómo sacarles el aire o dormirles sino a cómo educarles, tarea que nos va a ocupar, a los dos, unos cuantos años, más bien lustros.
Es muy habitual que uno de los dos sea el más exigente y riguroso y el otro sea más permisivo, mas laxo a la hora de educar y de fijar criterios, límites, medidas y sanciones, premios y estímulos. No hay nada malo en esto ni debe ser una dificultad. Si que es un desafío, pero ya sabemos que eso no es lo mismo que un problema, sino que el desafío nos obliga a pensar más, a buscar el modo de encontrar la mejor fórmula sin quedarnos con la mía ni con la tuya.
También puede ocurrir fácilmente que cada uno de vosotros sea más exigente en unos temas y menos en otros y…no coincidiréis, porque no sois iguales.
Vuestro hijo necesita de los dos.
De la exigencia y firmeza de uno y de la flexibilidad del otro, porque de ambas cosas obtiene algo bueno. Necesita que tu priorices y sigas de cerca tales temas y tu pareja otros. Es a vosotros a quienes os toca trabajar el equilibrio y la aportación de cada uno para que el resultado final sea vuestra mejor síntesis.
Vuestro hijo no será nunca un calco tuyo, ni reproducirá fielmente cual fotocopia, tus patrones de conducta ni tus criterios ni tus modos de ver la vida, sino que será el genial resultado de vuestras mejores aportaciones, y así él será mejor. ¿No dicen que cada generación supera en un puñado de puntos de coeficiente intelectual a la anterior? Pues ahí lo tenéis , vuestros hijos serán más listos que vosotros, entre otras cosas porque seguro que tu les habrás aportado lo mejor que llevas dentro, contrastado con lo mejor que lleva dentro tu pareja.
Así es mucho más difícil e improbable equivocarse porque estáis los dos pensando y pensando…utilizando vuestras cabezas para aportar vuestras ideas y propuestas. Y como los dos tenéis el mayor empeño en acertar, y tampoco tenéis un pelo de tontos, pues seguro que así podréis dar con la mejor fórmula para ellos. Eso si: recuerda que nadie dijo que fuera fácil!!
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