La mejor fuente de inspiración para escribir cada semana en este blog es pensar en algunos de las parejas que estoy tratando ahora mismo, porque por el presente temas que normalmente han sido tratados durante mucho tiempo: en este caso me viene a la cabeza el tema de la familia política.
Lo primero desde luego es recordar que es una riqueza el poder contar con nuestros padres a los padres de nuestra pareja, nuestros hermanos o los suyos, es una riqueza familiar para nosotros, y para nuestros hijos también. Seguramente lo damos por hecho pero quién es hemos tenido la suerte de vivir fuera de España hemos conocido otras culturas donde las relaciones son mucho más frías después de la mayoría de edad de los hijos, lo que hace perder el vínculo mucho más, en ese sentido no tendrán ningún tipo de interferencias en su vida de pareja pero tampoco podrán disfrutar en absoluto de ellos.
Dicho esto uno puede preguntarse por qué se produce la interferencia de la familia política de la pareja: yo siempre tengo la misma respuesta, la culpa es del hijo.
No de la nuera ni del yerno, ni siquiera de los propios suegros. Cuando se produce ese conflicto en la pareja Es porque el hijo no ha sabido poner a sus padres en su sitio frente a su pareja y no ha sabido transmitir a su pareja que ella o él son absolutamente prioritarios frente a sus padres. Si el hijo hace esto bien, por muy absorbentes, demandantes o incluso pesados que sean los suegros y no habrá más problema que precisamente ese: el de tener unos suegros un tanto pesados, pero entre la pareja no habrá fricción.
Ya sabes, si tus padres están suponiendo un problema en tu pareja revisa bien lo que estás haciendo y corrige lo que sea necesario para que deje de existir esa interferencia. Tus padres quieren sobre todo que seas feliz y tu felicidad pasa por la buena relación con tu pareja.
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